Para hacerla efectiva, la misma requiere algunas características indispensables con las que tiene que contar el periodista. Principalmente hay que dedicarse “casi obsesivamente, a mediano o largo plazo“, tal cual expresa el autor, también se debe estar preparado a enfrentar riesgos de todo tipo, tener curiosidad permanente y sospechar de las versiones con las que contamos. Estas dos últimas son cualidades con las que me siento más identificado que con otras, la desconfianza es algo que me caracteriza en todo ámbito de la vida, y por lo general me lleva a sospechar de todo. Esto me sirve siempre a la hora de recibir cualquier información y no quedarme con lo que oí, sino también hacer una lectura diferente de ello si el argumento no me convence. La curiosidad es algo que siempre me motiva a conocer lo que sucede, si en realidad lo que se dice es así, o no.
También se hace mención a la discreción como recurso valioso, y es otra de las cosas con la cual me siento vinculado, ya que prefiero oír antes de decir, o mejor dicho escribir. Opto por escuchar las distintas voces y quedarme con la que más me convence, con aquella que se fundamente de manera más sustentable que otras. En menor medida puedo decir que la capacidad glúteo-cerebral es una de mis cualidades, ya que la paciencia no es una de mis virtudes. Aunque sí es cierto que bajo presión las cosas las puedo hacer con mayor compromiso y hasta mejor que cuando el tiempo sobra.
Prestarle una dedicación casi de manera obsesiva, definitivamente no es algo a lo que esté acostumbrado, y es una de las razones por las cuales veo algo tedioso el periodismo de investigación. Al contar con poca paciencia, volver sobre lo mismo una y mil veces me resulta cansador. De todos modos veo como algo interesante llevar adelante un proyecto a mediano o largo plazo. No es algo con lo que esté familiarizado sinceramente, pero me parece la manera más seria y correcta de llevar adelante un proceso de este tipo.
