martes, 13 de septiembre de 2011

Memo 7

El viernes llegó y finalmente iba a entrevistar a Guillermo Peterman. Fui hasta el lugar de encuentro, bien al sur de la ciudad, casi en el límite con Villa Gobernador Gálvez. Ahí fue que por fin lo encontré, después de llamarlo por teléfono para que me diga donde estaba y fue él quién me vio y me hizo señas para que lo vea. Nos saludamos cordialmente e inmediatamente nos sentamos en un bar para hablar del tema.
Al parecer es casi una personalidad en el barrio, ya que no alcanzaron a traernos el café que ya se había saludado con tres personas que pasaron por el lugar. Al margen de esto, se mostró muy predispuesto a responder mis preguntas y lo hacía de manera muy distendida, explayándose sobre cada tema que le saqué.
En ningún momento evadió pregunta alguna, respondió absolutamente todo, incluso cosas que dudé en preguntarle antes de ir a hacerle la nota. Obviamente me dio una mirada totalmente distinta del tema, a aquella que manifestaron Baita y Asegurado en su momento. No pareció interesado a responderles explícitamente a ellos dos, sino en defender su posición y obviamente explicar que no existieron tales intereses políticos en las tomas en el barrio Molino Blanco.
Resultó una nota interesante que duró casi 40 minutos, en los que explicó la situación desde su punto de vista sobre esta problemática, y algunos otros temas.

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