martes, 13 de septiembre de 2011

Memo nro 5

Memo nro 5
Tal como había acordado con Guillermo Peterman, fui a su encuentro en el lugar acordado. Nada cerca de mi barrio, por cierto, bajé del colectivo y lo esperé a Guillermo pensando que debí haberlo llamado antes de ir a reunirme con él, aunque habíamos arreglado previamente el día anterior. Fue así que lo llamé y no me atendió, algo que sucedió reiteradas oportunidades. Hasta el punto en que asumí que la persona no iba a llegar, y que hacía media hora estaba esperando en el punto de encuentro al cual nunca llegó.
Esto es algo con lo que uno no cuenta pero que puede ocurrir. Y aunque puede suceder, lo que se espera es confiar en la palabra de la otra persona, ya que aunque es sólo un trabajo para una materia, detrás de eso hay un compromiso. Más todavía porque en cierta medida lo que se está buscando es darle un lugar a expresarse al sector representado por Peterman, ya que es el más fácil de señalar, a la hora de verse perjudicado por un corte. Lo que buscaba, era empezar a hondar en la visión de la otra parte de la historia, para tener una visión más amplia sobre el tema. Esto no ocurrió, y de esta manera tendré que volver a pactar la nota con Guillermo Peterson, si es que me vuelve a atender.

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